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El legado de Antonio Sedano en El Puntal del Norte

Firma de Antonio Sedano y el taller Uriarte Talavera
Firma de Antonio Sedano y el taller Uriarte Talavera

El mural que adorna la gran pared del restaurante El Puntal del Norte nació del sueño del pintor español Antonio Sedano, originario de Santander. Sedano, un artista con estudios en Madrid, Nueva York y México, deseaba dejar un legado más allá de los lienzos tradicionales. Durante sus visitas al restaurante, forjó una amistad con sus dueños y compartió su anhelo de crear una obra monumental.


Mural de Antonio Sedano en el Puntal del Norte
Mural de Antonio Sedano en el Puntal del Norte

La pared —de aproximadamente treinta metros de largo por casi cinco de alto— se convirtió en el lienzo perfecto para su proyecto. Sedano expresó su intención de realizar una pieza que trascendiera en el tiempo, pero el reto era encontrar apoyo financiero. El costo total se acercaba a cuatro millones de pesos, una cifra considerable para la Asociación Montañesa, propietaria del espacio.


La solución llegó gracias a la intervención de Ricardo Alonso, directivo del Banco Santander, quien presentó el proyecto a Ana Botín, presidenta de la entidad. Encantada con la propuesta, decidió financiarla en su totalidad. Con los recursos asegurados, Sedano inició el trabajo con su característica precisión y creatividad.

Para garantizar la permanencia de la obra frente a la lluvia y el sol, eligió realizarla en Talavera, un material cerámico eterno. Viajó a Puebla, donde trabajó junto con los artesanos de Uriarte Talavera. Allí desarrollaron el diseño en computadora, numerando cada una de las más de dos mil piezas que componen el mural. Este sistema permite reemplazar cualquier mosaico dañado sin alterar la composición original.

La obra representa la bahía y la playa de El Sardinero, símbolos de Santander, y se integra perfectamente con el espíritu de la Asociación Montañesa, que agrupa a personas originarias de esa región de España. Entre los detalles destacan los escudos del Racing Club de Santander, de Cantabria y otros emblemas de identidad local.

Sedano también dejó una huella personal dentro de la pieza: se autorretrató como una figura vestida de negro, caminando detrás del trampolín, un guiño discreto de su presencia en la obra.


A lo largo del proceso, Sedano enfrentó dificultades y desánimos, pero contó con el apoyo y la motivación constante de su amigo, quien lo alentó a seguir adelante: “No te desanimes, conseguirás un patrocinador fuerte”, le repetía. Finalmente, el esfuerzo dio fruto, y el mural se erigió como su obra maestra, un testimonio de perseverancia y arte.


Hoy, el mural de Antonio Sedano no solo embellece El Puntal del Norte, sino que también simboliza el espíritu de quienes creen en sus sueños. Como dijo su amigo al recordar la historia:

“Que no se abandonen, que sigan sus sueños. Algún día se llevan una sorpresa, como se la llevó él.”

El mural de Sedano no es solo arte: es legado, historia y inspiración.


Pintura en el libro de Antonio Sedano
Pintura en el libro de Antonio Sedano

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